¿Un ejemplo más de ocupación contra la especulación inmobiliaria? En 2007, una casa situada en la calle Rogent fue ocupada por un grupo de jóvenes. Teniendo en cuenta que la fachada estaba considerada como patrimonio del barrio de Clot, el edificio se mantenía vacío desde hacía seis años sin ningún proyecto factible para darle utilidad.
Amores y odios
Como la mayoría de casas okupa, el objetivo era dar techo a un grupo de personas sin nivel adquisitivo para acceder a un alquiler convencional. Sin embargo, el proyecto nació con la idea de crear un espacio que sirviese de punto de encuentro político y social, y de lucha contra la especulación; una idea que, poco a poco, se ha ido ganando el apoyo de todos las capas sociales, así como de algunas entidades del barrio (AVV del Clot, centro cívico La Farinera, etc.). Pero, por el contrario, la familia Marcilla, propietaria del inmueble y dueña de la conocida marca de cafés “Marcilla”, emprendió una serie de medidas judiciales contra el proyecto. Pese a no tener proyectos hacia la finca, según el colectivo ocupa, reprobó cualquier tipo de diálogo con ellos. El CSOA afirma en su presentación, que intuyen una motivación de especulación inmobiliaria en esta actitud. Pese a la denuncia, el juicio acabó aplazándose, de modo que el CSOA ha ido estableciéndose cada vez con más fuerza.
Actividades
De entre sus muchas actividades, el CSOA destaca por su especial compromiso por la cuestión de género y, por extensión, los colectivos feministas. Es por ello que, además de teterías, kafetas temáticas, talleres de pintura, baile y diversas actividades artísticas, tienen especial relación con colectivos homosexuales femeninos, y por ello dan charlas, debates y asambleas acerca del tema.
Cristina Algarra