Hemos salido a la calle para saber qué opina la gente sobre determinados aspectos relacionados con el movimiento okupa en Barcelona. Mostramos el parecer de personas de diferentes franjas de edad que responden a preguntas centradas sobre todo en la experiencia personal con este movimiento social, la imagen que proyecta este colectivo y la particular que tienen cada encuestado de ellos.
Santiago López Petit sigue guiándonos a través de la historia de la okupación en Barcelona. Ahora, se adentra en los pros y contras del movimiento y, en conclusión, los verdaderos efectos prácticos de su lucha.
Santiago López Petit, nacido en Barcelona en 1950, es un filósofo y químico español, profesor en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona. En los 60 fue militante de la autonomia obrera y, posteriormente, ha participado en muchos movimientos de resistencia posteriores, como es el caso de la ocupación. Actualmente, alterna la docencia con su partipación en “Espai en Blanc”, un proyecto de revista tanto filosófica como política.
Con esta entrevista, Santiago nos da la oportunidad de dar un paseo por las primeras manifestaciones de la ocupación en Barcelona, sus inicios y su desarrollo en una ciudad que, poco a poco, se ha ido forjando como uno de los centros mundiales de la actividad okupa.
En este primer fragmento, López Petit nos habla de la historia y el sentido inicial de la ocupación en Barcelona.
Jordi, Pete pels amics, viu a la Colònia Castells des de fa quatre anys ocupant una de les vivendes d’aquest antic barri obrer fet de casetes al bell mig de Barcelona, i que té un futur incert per l’avenç de la ciutat vertical. Pete porta ocupant 11 anys i ens explica de primera mà com va ser entrar a la Colònia, en aquesta primera part de l’entrevista.
Darrera d'aquesta façana hi havia l'hort, un dels molts projectes comunitaris de la Colònia
Com vau entrar a viure a la Colònia Castells?
Mira, la moguda es que nosaltres vam entrar aquí fa quatre anys. I érem els primers que ocupàvem. Coneixíem a un col·lega que sabia que hi ha havia cases buides, no teníem casa, i pam, en hi vam ficar. A partir del primer dia, típic, ve algun col·lega “hòstia, que no tinc lloc per anar” i com a la colònia i ha un munt de cases buides… Hi va haver cases que van funcionar i cases que no. Peró la majoria funcionaven perquè els propietaris suaven bastant, per que això està afectat fa molt de temps i els propietaris no poden ni vendre-les ni llogar-les legalment.
Segona part de la entrevista amb Jordi. Relat de la situació actual de la Colònia, la destrucció de les velles cases i el re-allotjament dels veïns als pisos de protecció oficial.
Cartell a un dels terrenys de la Colònia on abans hi havia una casa
A la colònia hi ha gent que alquila i gent que ocupa, no?
T’explico una mica. Ara ocupades hi ha unes 12 o 13 cases i cinc veïns que s’han negat a la indemnització. Bueno, més aviat s’han negat a entregar les claus. Es perquè els hi van prometre una casa i no els la donen. Els hi donen una missera d’indemnització per la casa i han de buscar una altra per alquilar o comprar.
Última part de la entrevista a Jordi, un dels ocupes de la Colònia Castells, en la que ens explica les dificultats que van tenir a l’hora de defensar de la destrucció aquest petit barri.
Vista nocturna des de la terrasa d'una casa a la Colònia
Com vau acabar creant la plataforma «salvem la colònia»?
Nosaltres quan vam entrar aquí hi va haver un caos, peró de seguida hi va haver molt bon rotllo. Van veure que els cinc que vam entrar ens ho curàvem. Llavors vam crear un rotllo veïnal super bo. Nosaltres ja teníem una assemblea d’ocupes però ens vam voler ajuntar amb els veïns legals per fer la associació de veïns de la colònia castells: «salvem la colònia Castells». Vam començar a fer una assemblea oberta i veïnal on érem uns 15-20 ocupes i entre 20 i 25 veïns legals que ens trobàvem al carrer. Semblava que rutllava, la gent s’estima molt la colònia, o se l’estimava…
Y continuamos descubriendo el mundo okupa de la mano de Manuel Delgado, doctor en Antropología de la UB, pero esta vez indagaremos en el trato que los okupas reciben de los medios de comunicación, después de haber abordado en ocasiones anteriores temas como la cultura alternativa que ofrece este colectivo o el movimiento okupa en general.
Seguimos entrevistando al doctor en Antropología por la UB, el catalán Manuel Delgado, para conocer cómo ve la cultura alternativa que ofrecen los Centros Sociales Okupados. Después de haber hablado sobre el movimiento okupa en general y su cobertura mediática, en esta ocasión nos centramos en las posibilidades y proyección de cara al futuro de este tipo de cultura, comparándola con la que se ofrece en museos como el MACBA. Además nos adentramos en las relaciones entre los okupas y la comunidad que los envuelve, y las dificultades a las que se ve sometida esta relación.
Nacido en Barcelona en 1956, Manuel Delgado es licenciado en Historia del Arte y doctor en Antropología por la Universidad de Barcelona, pero además ha realizado estudios de tercer ciclo en la Sorbona de París. Desde 1986 es profesor titular de antropología religiosa en el Departament d’Antropologia Social de la UB, y dirige algunas publicaciones como “Breus clàssics de l’antropologia” en la editorial Icaria. Su trabajo se ha basado especialmente en la construcción de identidades colectivas en contextos urbanos, sobre lo que ha publicado diferentes artículos en revistas tanto nacionales como extranjeras. En esta entrevista el antropólogo catalán se ha prestado para hablar en primera instancia del movimiento okupa en la ciudad contal, la cultura alternativa que este movimiento social ofrece y la manera en que los medios de comunicación tratan a este colectivo.
Y al final pagan justos por pecadores. Como ya afirmamos en “Sobre el blog”, la amplia sub-cultura de la okupación barcelonesa está caractetrizada por la heterogeneidad. Pero estos matices pasan desapercibidos para la mayoría de los medios de comunicación.
29-S del 2010
Pintadas en el edificio del antiguo banco Banesto durante la huelga del 29-S
Álex Morcuende, encargado de “El Queixal”, una revista proyecto de la Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP), nacida en 1992 y aglutinadora de la izquierda progresista a favor de una universidad pública, reconoce este error de los medios: “Evidentemente, los medios de comunicación tienden a criminalizar algunos tipos de movimientos sociales.” En cuanto al caso de la ocupació del banco Banesto durante la jornada de huelga general del 29 de septiembre de 2010, él mismo admite: “Aquel día había vaga general, por lo tanto, un día propio de movimientos muy minoritarios. (…) Es cierto que se calificó al colectivo como los antisistema”. Y así fue, en la noticia que salió en La Vanguardia en referencia a este tema el subtítulo versa: “El edificio estaba tomado por los antisistema desde el pasado 25 de septiembre”. La palabra antisistema, con connotaciones globales de violencia y anarquía, es aquí utilizada como sinónimo de los grupos sindicalistas organizados.
27 enero del 2011
Edificio del Palau del Cine ocupado durante el pasado mes de enero
Un año después, a causa de la huelga programada para el día 27 de enero, se ocupó el antiguo Palau de Cine en Vía Laietana. Los medios no tardan en afirmar que los que llevaron a cabo esta otra toma fueron “el mismo colectivo”. Pese a afirmar que ambos eventos fueron organizados por la Assemblea de Barcelona, la Oficina por la Okupación nos aseguró que entre los centenares de personas que participaron en las ocupaciones de ambas fechas habían amas de casa, señoras de la limpieza y gente mayor; colectivos tan distanciados y diversos que difícilmente se pudieron organizar por un único órgano. En cualquier caso, la simplificación conlleva riesgos y, como afirmaba la Oficina por la Okupación, “No todos somos antisistema”.