Poder desplazarse a través del tiempo es uno de los sueños del hombre y despierta en nosotros una enorme curiosidad, a pesar de que se cree que los mecanismos implicados en un viaje de estas características son infi nitamente complejos, y que su existencia plantea mil y una paradojas. Sin embargo, el centro social okupado “El Niu de la Guatlla” obvió todas las supuestas imposibilidades matemáticas y teletransportó a diferentes épocas del futuro a todos los presentes mediante un espectáculo nocturno.
Testimonios de lo que nos espera
El viaje comenzó hacia las 21 horas, y tuvo como comandante a “Doctor perro”, un hombre vestido de cánido que era quien iba situando al público en el espacio temporal en el que se encontraba y realizaba entre actuación y actuación, diálogos con su alter ego del futuro. La primera parada se efectuó para mostrar a los espectadores un baile performance del futuro que aun conservaba aires contemporáneos y de danza clásica típicos de nuestra época. Se sucedieron los payasos y sus monociclos, los bailarines y acróbatas y hasta un cantante a capela. La expedición finalizó dos horas más tarde con una parada en el lejano Oriente, donde apareció Moises entre humo y cortinas de plástico para deslumbrar con sus característica danza del vientre. En cada alto temporal los actores explicaban, utilizando su arte como lenguaje, cómo era el mundo que nos espera y sus vivencias más personales.
Final con moraleja des del futuro
Antes de despedir el espectáculo, Doctor perro envió un mensaje directo al público: “He estado en el futuro, reina la miseria, la pobreza…El primer mundo se ha reducido a tan pocos que ya no se puede llamar así. Los del pasado todavía estáis a tiempo de cambiar y redirigir el rumbo de la humanidad, y evitar así el camino de destrucción que gobierna el planeta.”
Carlota Alegre